Los Viajes de Descubrimiento y Rescate
(o como fue saqueada América)
En 1493 y 1497 Colón realizó dos nuevos viajes, en los que exploró varias islas del Caribe y tocó la costa de Venezuela. Ello supuso un gran esfuerzo económico para la corona, que no estaba en situación de realizar tales gastos, que, además, de momento no eran rentables.
En las colonias, el caos debido al mal gobierno y a los abusos de la familia Colón provocó el descontento de los españoles y el malestar entre los indígenas, que se vieron sometidos a la esclavitud y obligados a realizar los trabajos más duros. Ante las escasas dotes de gobierno que mostró el Almirante, fue destituido en 1499 y reemplazado por Francisco de Bobadilla, que no supo mejorar las cosas debido a su proceder injusto, violento y arbitrario. Colón fue apresado, regresó de su tercer viaje encadenado y fue procesado a pesar de sus quejas por la ingratitud de los reyes.
A partir de este momento, la empresa ultramarina continuó con el sistema de los viajes de descubrimiento y rescate, según el cual la corona concedía licencias a quienes querían ir a descubrir, corriendo cada cual con los gastos de la empresa a cambio de poder rescatar (comerciar) con los indígenas y pagar un impuesto, el quinto real, que suponía el veinte por ciento de los beneficios obtenidos. Con este sistema de iniciativa privada, vigente desde 1499, los descubrimientos dejaron de ser una empresa estatal y dieron un magnífico resultado para España, ya que en veinte años se logró descubrir casi toda la costa atlántica de América. Los protagonistas de estos viajes fueron los mismos compañeros de Colón: Ojeda, los Pinzón, Juan de la Cosa, que partieron con el objetivo de llegar a la costa asiática y alcanzar las islas de la Especiería antes que los portugueses.
Entre tanto, Colón seguía en España, privado de sus privilegios, a pesar de sus peticiones a los reyes. Pero aquel Nuevo Mundo descubierto alcanzaba tales dimensiones que las capitulaciones de Santa Fe tenían que quedar relegadas, ya que era imposible conceder a un solo hombre tan amplia jurisdicción y unos beneficios tan cuantiosos.
Para acallar sus quejas,
se le permitió realizar el cuarto, y último,
viaje, cuyo objetivo era alcanzar las Indias Orientales. Las
capitulaciones de esta empresa prohibían a Colón,
entre otras cosas, tocar tierra en La Española y hacer
esclavos; y tan seguro estaba de llegar a la India que llevaba unas
cartas para los portugueses, asentados allí unos
años antes. El Almirante recorrió las costas de
Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá,
creyéndose en Indochina. Su última estancia en
América fue desafortunada por los numerosos problemas que se
presentaron, y a su regreso fue marginado de toda actividad relacionada
con el Nuevo Mundo, hasta que en 1506 murió en Valladolid.
| Anterior |
Inicio |
Subir | Siguiente |